La Universidad de Talca renovó su Modelo Educativo en 2023 como respuesta a los profundos cambios sociales, culturales y tecnológicos que desafían actualmente a la educación superior. Esta actualización ha guiado la transformación de los lineamientos curriculares en todos los niveles formativos, promoviendo una formación coherente con principios como la flexibilidad, la transformación digital, la innovación, la internacionalización, el espíritu emprendedor y la pertinencia territorial. El nuevo modelo plantea una visión inclusiva y centrada en las personas, que reconoce la diversidad y promueve el desarrollo integral del estudiantado, mediante una propuesta formativa transversal que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad, el compromiso ciudadano y la integración de tecnologías.
En este proceso de transformación educativa, el aseguramiento de la calidad desempeña un rol clave para garantizar la coherencia, consistencia y pertinencia de la formación impartida. La Universidad ha definido un sistema de monitoreo, evaluación y mejora continua que permite alinear el modelo educativo con los principios institucionales y las demandas del entorno. Este compromiso institucional se traduce en procesos sistemáticos que aseguran el logro de los aprendizajes esperados, la pertinencia de los perfiles de egreso y la participación activa de toda la comunidad universitaria en el fortalecimiento de una cultura de calidad orientada a la excelencia académica y a la formación de personas con alto sentido ético, crítico y transformador.
La Universidad de Talca renovó su Modelo Educativo en 2023 como respuesta a los profundos cambios sociales, culturales y tecnológicos que desafían actualmente a la educación superior. Esta actualización ha guiado la transformación de los lineamientos curriculares en todos los niveles formativos, promoviendo una formación coherente con principios como la flexibilidad, la transformación digital, la innovación, la internacionalización, el espíritu emprendedor y la pertinencia territorial. El nuevo modelo plantea una visión inclusiva y centrada en las personas, que reconoce la diversidad y promueve el desarrollo integral del estudiantado, mediante una propuesta formativa transversal que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad, el compromiso ciudadano y la integración de tecnologías.
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En este proceso de transformación educativa, el aseguramiento de la calidad desempeña un rol clave para garantizar la coherencia, consistencia y pertinencia de la formación impartida. La Universidad ha definido un sistema de monitoreo, evaluación y mejora continua que permite alinear el modelo educativo con los principios institucionales y las demandas del entorno. Este compromiso institucional se traduce en procesos sistemáticos que aseguran el logro de los aprendizajes esperados, la pertinencia de los perfiles de egreso y la participación activa de toda la comunidad universitaria en el fortalecimiento de una cultura de calidad orientada a la excelencia académica y a la formación de personas con alto sentido ético, crítico y transformador.